Una familia debió haber tenido en julio ingresos superiores a los $929.845 para no ser pobre y más de $1.450.239 para ser considerada de clase media, según datos del Instituto de Estadística y Censos de Ciudad de Buenos Aires.
Con el alquiler, esa misma familia tendría que haber recibido ingresos por encima de $1.200.000 para no ser considerada pobre y más de los $1.900.000 mensuales para pertenecer a la clase media.
En julio, los precios de los bienes registraron una suba de 3,4%, por debajo de los servicios, que aumentaron 6,3%.
En el primer trimestre, la pobreza abarcaba al 30,4% de los hogares (411.000 hogares) y 35,1% de las personas (1.083.000 personas).