Por aclamación, Chiqui tendrá su tercer periodo. Y, bien argento, se aprobó modificar los descensos a poco del final del torneo.
El cantito retumba. Se escucha adentro y afuera. “Dale campeón, dale campeón”. No está Messi. No está Scaloni. Los dirigentes corean a Claudio Tapia, reelecto por segunda vez como presidente de la AFA contra viento y marea, diría la Tía Josefa. Chiqui estará hasta octubre del 2028 al mando, siempre y cuando la Justicia diga “sí” en los próximos días. Y claro, la Asamblea que se hizo este jueves 17 de octubre en Ezeiza estuvo embarrada por maniobras judiciales de todo tipo, y entonces la pelota la mandará al arco, o la pinchará, la Cámara Nacional de Apelaciones en la Civil. Allí irá la AFA los próximos días para que se ratifique o no todo lo definido en el predio Messi, con la votación de los 45 asambleítas.
Este cónclave fue diferente. El poder del fútbol tuvo disidentes públicos y hasta un asambleísta que fue a la guerra contra todos. Rodrigo Escribano, de Talleres, no logró cambiar nada pero quiso mostrarle al mundo que las cosas en “la Casa” no están bien. Por eso votó en contra varias veces y se fue antes de que la Asamblea determinara la eliminación de los descensos (en realidad, lo que se hizo fue habilitar la modificación del reglamento), el cambio de jurisdicción de la AFA a Provincia para no depender de la IGJ y que el presidente pueda tener cinco mandatos consecutivos y no cuatro como hasta el momento.
Entre tanto, los miembros de la IGJ (bajo la orbita de Capital Federal) estuvieron presentes y pidieron que se leyera un texto en el que declararon “irregular” la Asamblea y hasta se animaron a usar la palabra “prohibición” para el tratamiento de los artículos del 8 al 16, justamente los que tocaban los puntos antes mencionados, los más sensibles. Todo eso luego de la presentación de Andrés Fassi (avalado por el Gobierno de Javier Milei y fogoneado por Mauricio Macri) ante el órgano que regula a las asociaciones civiles en CABA, aduciendo que no era legal adelantar las elecciones a octubre cuando estaban fijadas para marzo del año que viene.
De todos modos, la AFA avanzó, porque la asesoría legal anunció que “no había incertidumbre jurídica”, luego de que el juez Ricardo Pettis, a cargo del juzgado civil 66, le diera el ok a la presentación del tesorero y hombre de mucho poder en AFA, Pablo Toviggino: “No se advierte –de momento– la existencia de impedimento formal alguno para la realización de la Asamblea”. Así, Tapia fue reelecto por aclamación (gritos y aplausos varios mientras Escribano ya iba por Ricchieri escuchando la radio), y luego se aprobaron los puntos importantes del día por unanimidad.
Sin nombrar a Milei, a Macri ni a Fassi, Tapia agarró el micrófono.
“Celebramos las Asambleas. Las cosas que quieren que vivamos ahora, ya las vivimos. En su momento ejercieron el poder por los derechos de TV, se les pegó un voto, tenían mermelada en la mano. Ganamos 38-37 aquella vez, no fue empate”, tiró, recordando el bochorno del 2015, previo a la creación de la Comisión Normalizadora de Armando Pérez, apuntalado por el líder del Pro.
Después de repasar su gestión y los títulos, le pegó al Presidente de la Nación: “Dicen que los jugadores de la Selección se formaron en Europa. Es mentira, se formaron en nuestros clubes”. Y señaló que estaba “orgulloso de que la Asamblea represente al fútbol argentino. Lo único que hacemos es política y gestión para el fútbol, no hay otro interés”. Ahora, juega la Justicia.
En su primer discurso post reelección, Tapia enfatizó que “que el partido inaugural del Mundial 2030, el más emblemático, se juegue en la Argentina es señal de que nuestro fútbol tiene su reconocimiento”, además de señalar que “el fútbol es cultura” y agradeciéndoles a los presentes por el apoyo. Así como también reconociendo a nivel internacional las gestiones de Alejandro Domínguez en Conmebol y de Gianni Infantino en FIFA.
Tapia iniciará su nuevo mandato en 2025 y extenderá su ciclo hasta 2028, si la Justicia le da la derecha. Es decir que alcanzará los 12 años consecutivos al frente de la AFA. Un rol que asumió el 29 de marzo de 2017 y para el que había sido reelecto por primera vez en 2020, durante la pandemia y en una Asamblea que se había desarrollado de manera virtual. Y sigue dando pelea con el apoyo de los dirigentes y pese a la presión del Gobierno.
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Diario Ole